
Los registradores de temperatura de un solo uso son indispensables para el transporte de fresas
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Dado que estas frutas altamente perecederas requieren condiciones precisas (óptimas de 0 a 4 °C) para mantener su firmeza y prevenir el crecimiento microbiano, estos dispositivos, compactos y fáciles de usar, se fijan a cajas de cartón o camiones refrigerados para monitorizar los cambios de temperatura a lo largo de toda la cadena de suministro.
Se activan antes del envío y registran datos de temperatura a intervalos cortos (p. ej., cada 10 minutos) mediante sensores integrados. Su diseño a prueba de manipulaciones garantiza la autenticidad de los datos. Tras la entrega, los operadores acceden a los registros mediante software o aplicaciones, obteniendo gráficos detallados de las fluctuaciones de temperatura.
Esto es crucial, ya que las temperaturas superiores a 8 °C provocan un rápido ablandamiento y moho, mientras que las inferiores a -1 °C provocan daños por congelación. Los registradores ayudan a detectar problemas como averías en la refrigeración o retrasos en el enfriamiento, lo que permite soluciones inmediatas. Para los agricultores, confirman un manejo adecuado; para los minoristas, garantizan que las fresas se mantengan frescas y comercializables. En definitiva, estas herramientas reducen el deterioro y preservan la calidad en la distribución de fresas.